El sol presenció nuestra horrible matanza
y la luna heredó ese cielo lleno de maldad.
Nos llevamos todo vestigio inocente de esperanza
entre nubes teñidas por sangre y oscuridad.
La crueldad fluye desesperada por mis venas
alimentada por las almas que sin piedad segué,
mis puños quieren muerte pero yo olvidar mis penas.
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