21 diciembre 2010

Libertad sí, pero con respeto, por favor.

Recuerdo hace unas semanas oír en una entrevista decir a Fangoria (Alaska para todos) que si tú tienes un canal de televisión puedes decir lo que quieras sin tener que pedir permiso a nadie con respecto a ciertas "barbaridades", por decirlo de alguna manera, que proferían en Intereconomía. Hasta aquí estaríamos de acuerdo sino fuera porque sus expresiones se basan en soltar injurias y aplastar la imagen de personas que no tienen nada que ver con sus acciones.

Pues sé por programas de záping que los dejan bien retratados que estos "señores" se dedican, entre otras cosas, a atribuir a la gestión del gobierno de Zapatero la aparición del asesino de Olot o el crecimiento de abortos en la adolescencia como si del anticristo se tratara (cuando sus adineradas hijas son las primeras en abortar al mínimo susto).


Voy a intentar evitar el término "facha" (qué fácil sería...) pues me sabría mal rebajarme a insultar a alguien que NUNCA insultaría a los catalanes, y me sabría mal, más que nada, porque siendo también tan respetuosos con gays, inmigrantes, clases obreras y otros cultos que no sean el suyo no veo porque yo debo desviarme de tal cordialidad, siendo estos hombres tan políticamente correctos lo mejor es dejar que se retraten por sí mismos... Y son los mismos que dan a creer que los programas sexuales son obra demoníaca y se ponen a insultar a una consellera de la Generalitat, los mismos que quieren comparar las formas de Guardiola y Mourinho (puede parecer broma, pero es muy serio...) o los mismos que como ya dije antes atribuyeron al Gobierno socialista la masacre que ha sufrido Olot recientemente.

Si la cosa quedara aquí aún sería "comestible", lo peor es que hay más cadenas de televisión que se dedican a actúar sin pensar y confunden tener libertad de expresión con faltar el respeto a los demás, sea cual sea el colectivo.
Me asusta pensar que a más de la mitad de la audiencia televisiva le interesa más la telebasura (que algunos lo van a llamar neorrealismo televisivo, pero es pura mie*da) y los programas que solo saben destruir opiniones en vez de programas culturales o de entretenimiento sano, pero así parece ser, voy a evitar poner ejemplos porque creo que es lógico y no sé qué objetivo tiene la gente que con ímpetu siguen tales demencias que salen de algún croquis dibujado por un guionista con serrín en la cabeza mientras defeca, pero eso sí, aunque ni vote ni tenga opinión política debo manifestarme en contra de todo lo que me digan en la tele, ese invento que piensa por nosotros...

Qué triste un mundo sin libertad... pero qué triste también un mundo dónde para tenerla se tenga que faltar el respeto a los demás.

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